El manifiesto revolver

Hemos cometido el error de encender la crítica en lugar de proponer soluciones. Hemos dedicado días enteros a mirar hacia atrás con resignación, y hemos usado esa resignación para huir hacia delante. El mundo padece una enfermedad desde hace tiempo, y se llama infidelidad a uno mismo. Quien no se haya engañado —un engaño verdadero, a sus principios— más de diez veces este año, es que ya ni siquiera le queda conciencia. Estamos cansados de engañarnos y que nos engañen. De escuchar verdades y ver mentiras. De mirar a los ojos y no encontrar más que egoísmo. De sentir que lo de hace unos años era mejor por el simple hecho de que la memoria nos traicione.

Nos queda esperar un poco más, tocar fondo de verdad para que el cambio salga de dentro como una sublimación. De la misma manera que la gente hace el amor después de un funeral para sentirse viva, tenemos el deber de echarnos a la calle y decir sin miedo que esta enfermedad nos está devorando por dentro para tocar ese fondo y coger impulso. Para poder volver —revolver— al principio, que el amor nos explote en la cara y no nos tiemble más la mano a la hora de escribir para ser de nuevo nosotros mismos. Esa es nuestra obsesión.

#manifiestorevolver

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